La última pieza de la exposición fue Justicia y Democracia. A fin de cuentas no nos interesa ni la masa ni el poder, la instalación participativa que presentamos en el Museo de Arte Moderno en la exposición Fuego, masa y poder. En torno a Elías Canetti en 1995.
Resultó complejo presentar esta pieza porque cuando se realizó originalmente fue una obra de proceso que creció exponencialmente con la participación del público y la forma en la que entretejimos eventos de la cotidianidad. También fue interesante pensar en cómo presentar los materiales de una obra que fue interactiva, pero ahora es archivo y por lo tanto requiere de otros cuidados. En otras palabras, lo que en los 90’s estaba a disposición del público, en esta exposición se mostraba detrás de acrílico y se hizo un facsimilar que el público podía manipular. Por otro lado, el espacio que teníamos para presentarla resultó complicado porque la versión original abarcaba casi 20 metros cuadrados y en el MUAC sólo había un rinconcito para apretujarla.
Esta pieza, como otras de Pinto mi raya y mías en particular, tiene varios niveles. Lo más atractivo visualmente es el texto de gran formato con las palabras JUSTICIA Y DEMOCRACIA y la cintilla con la frase: Hoy, en este México resquebrajado por la crisis y el escepticismo ¿qué acción concreta tomarías para llegar a esta utopía? Pero en el centro de ese texto estaba una pequeña mesa dorada con cuatro carpetas: 1. mi diario personal desde que se inauguró hasta que terminó la exposición que pretendía visibilizar procesos y contradicciones, 2. Una carpeta con textos de Canetti alterados por Lerma que se robaron en el MAM y no quedó ningún registro para incluir en esta, 3. muchas carpetas con las respuestas del público a la pregunta que nos hacíamos y 4. Una carpeta con documentos del grupo Los Abajofirmantes en el que estuvimos involucrados y que cuestionaba al recién formado FONCA. Nuestro planteamiento con la obra era que, ante la masa, lo mejor para nosotros era fortalecer nuestros vínculos personales y comunitarios.
En esta ocasión se puso el texto, un poco diferente ya que tenía algunas letras caídas y otras sin terminar, en vitrinas pusimos la mesa y carpetas originales, el esténcil del original, la maqueta y el botón que hicimos durante las batallas del grupo Los Abajofirmantes que dice: Con el FONCA y sin el FONCA yo hago siempre lo que quiero, mismo que dio lugar a la veladora con el mismo texto que en esta ocasión se colocó a la salida de la sala con un acrílico y cuya foto se amplió de manera monumental para despedir al público.
En una repisa se podían consultar los materiales, había algunas fotos originales y recortes de periódico del archivo y un video de época en el que me hacen una entrevista y que también documenta el famoso “Kiss.in” que aquí pueden ver.
En otras palabras, el archivo de la pieza y su nueva versión. Si se vuelve a presentar, no sé si la pieza también incluiría el archivo de esta segunda versión…. y así al infinito.
A lo largo de la exposición el público llenó aproximadamente 800 hojitas respondiendo a la pregunta de la instalación.
A diferencia de El Tendedero MUAC, cuyas respuestas fueron digitalizadas y analizadas por la investigadora Mónica Benítez de la UAM y de la primera versión de la pieza al final de la cual clavamos todas las respuestas sobre el macrotexto, en esta ocasión la pieza se estuvo bastante quietecita, con una salida a la tienda del museo, en donde se vendía la veladora.
Mónica Mayer 2016